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El cazador de muerte.
En una entrada a su diario de campo escrita el día seis de enero de 1857, el naturalista inglés Alfred Russel Wallace da cuenta del siguiente hecho. Mientras perseguía mariposas con una vaporosa red celeste en compañía de su ayudante, un pícaro y joven malayo de la misma isla de Ké en la que se…
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El fondo de Kati
Hacia mediados de 1467 Ali Ben Ziyad al-Quti partió de la ciudad de Toledo rumbo al exilio. Iba con su familia y algún que otro servidor. Su destino, lejano y polvoriento, era Tombuctú. Ali llevaba consigo una amplia selección de documentos en castellano, hebreo y árabe procedentes de su biblioteca. Tenía el sentimiento de estar…
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Campos de lavanda, de Mario Satz en La Vanguardia
En la Alta Provenza, entre Digne y Manosque, ondulantes, morados o azules, celestes o liláceos según sea la hora en la que se los observe, entre julio y comienzos de agosto se extienden los campos de lavanda en flor. Hemos ido a la fiesta que tiene a esa planta como eje vegetal atraídos por su…
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El coleccionista de pestañas.
Una de las más insólitas rarezas que registra el historiador árabe Al-Mas’udi, quien vivió en Bagdad en el siglo IX y narró por vez primera la invención o codificación del juego del ajedrez atribuida al rey hindú Balhit, es la de cierto príncipe abásida que tenía la manía de coleccionar las pestañas de sus amantes…
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Acerca del blanco.
En casi todas las latitudes el blanco ha sido el color de las iniciaciones, el fin que perseguía el tornasol emocional de la mente; de ahí que cándido (inocente, noble, puro) y candidato( a experimentar los misterios), procedan ambos del latín candidus, el cual, a más de referirse al citado color, indicaba algo deslumbrador, de…
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Las Manos.
Las manos I Aristóteles llamaba a la mano humana ´´instrumento de instrumentos´´ y creía, no sin razón, que el hombre debía casi todo su desarrollo cultural a la destreza (palabra que viene de diestra o mano derecha), a esa proteica cualidad que le ha permitido fabricar herramientas, más duras y afiladas que sus propios dígitos.…
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Las Ramas Bajo el Hielo.
Las ramas bajo el hielo La primera vez que vi unas ramas bajo el hielo tenía diez años más o menos. Mi padre me había llevado en una excursión de caza con él y por entonces yo adoraba el olor de la pólvora y el trabajo sigiloso de los perros. Se trataba de una simple…
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El ábaco de las especies.
POR UN SABER DEL PARARÍSO por José Luis Villacañas Dice este libro, en uno de sus refinados capítulos, que el mejor artista es también el más cauto y cuidadoso, y no como el mejor soldado, que debe ser rápido y cruento. Al medirlo con su propio rasero, debemos decir nosotros que la editorial Pre-Textos nos…